Arancel del 100% a películas extranjeras
- Karla Hernandez
- 30 sept
- 2 Min. de lectura
Busca Trump revitalizar industria fílmica de EU
Genera incertidumbre y críticas globales
MARCOS H. VALERIO
En un movimiento que ha conmocionado a la industria cinematográfica mundial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 100 por ciento a “todas y cada una de las películas” producidas fuera de su país, con el objetivo de rescatar la producción fílmica estadounidense, según afirmó en un mensaje publicado en sus redes sociales.
Calificando la situación como un “robo” a la industria de Hollywood, Trump señaló que países extranjeros, junto con la supuesta inacción del gobernador de California, Gavin Newsom, han contribuido al declive del cine estadounidense, un pilar cultural y económico de la nación.
El mandatario argumentó que la industria del cine en Estados Unidos está “muriendo a una velocidad alarmante” debido a los incentivos fiscales que ofrecen países como el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, los cuales han atraído producciones estadounidenses al exterior.
“Nuestro negocio cinematográfico ha sido robado por otros países, como si fuera robarle un caramelo a un niño. California, con su gobernador débil e incompetente, se ha visto especialmente afectada”, escribió Trump, intensificando su crítica a Newsom, con quien ha mantenido una relación tensa.
Sin embargo, el anuncio carece de detalles sobre cómo se implementará el arancel, generando confusión sobre si aplicará a películas ya producidas, a servicios de streaming como Netflix o a coproducciones internacionales.
La propuesta ha desatado una ola de críticas y preocupación en la industria. Expertos advierten que los aranceles podrían no solo encarecer las producciones extranjeras, sino también desencadenar represalias de otros países, afectando las exportaciones de Hollywood, que representan un superávit comercial de 15 mil 300 millones de dólares, según la Motion Picture Association.
Películas como “A Minecraft Movie”, filmada en Nueva Zelanda, o “Avengers: Doomsday”, rodada en Londres, podrían enfrentar costos adicionales, lo que reduciría la producción global de cine y aumentaría los precios de las entradas, según analistas.
Además, la naturaleza global del cine, donde las producciones suelen involucrar múltiples países, complica la aplicación de un arancel, ya que determinar qué constituye una “película extranjera” resulta un desafío técnico y legal.
A pesar de la retórica de Trump, quien también ha designado a actores como Mel Gibson, Sylvester Stallone y Jon Voight como “embajadores especiales” para revitalizar Hollywood, la Casa Blanca matizó el anuncio, indicando que “no se han tomado decisiones finales” y que el presidente consultará con la industria para asegurar que la medida no perjudique al sector.
Mientras tanto, países como Australia y el Reino Unido, cuyos sectores cinematográficos dependen de las producciones estadounidenses, han prometido defender sus industrias. La incertidumbre persiste, y Hollywood espera respuestas claras sobre el impacto de esta política que amenaza con reconfigurar el panorama global del cine.
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