Aumentan suicidios en penales: 60%
- Karla Hernandez
- 18 ago
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Alerta CNDH sobre la falta de atención psicológica
En Cefereso femenil de Morelos, 13 internas se quitaron la vida entre 2021 y 2023
MARCOS H. VALERIO
Una sombra de desesperanza se cierne sobre el Centro Federal de Readaptación Social Femenil (Cefereso) número 16, en Morelos, la única cárcel federal para mujeres en México. Entre julio de 2021 y diciembre de 2023, 13 internas se quitaron la vida, encendiendo las alertas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
A finales de 2023, el organismo emitió la recomendación 276/2023, señalando graves violaciones a los derechos humanos: siete de las víctimas nunca recibieron atención psicológica ni psiquiátrica, y en los otros seis casos, el apoyo fue insuficiente para detectar riesgos suicidas.
TRAGEDIA NO CESÓ
En 2024, seis mujeres más se suicidaron, y otra lo hizo en los primeros cuatro meses de 2025. Este penal, que alberga a menos de mil internas, refleja una crisis que trasciende sus muros y se replica en cárceles federales y estatales, tanto femeniles como varoniles y mixtas.
En los Cuadernos Mensuales de Información Estadística Penitenciaria Nacional revelan un aumento alarmante: entre 2019 y 2024, los suicidios en cárceles mexicanas subieron 60%, pasando de 325 en el sexenio 2013-2018 a 521 en el periodo reciente.
Los intentos de suicidio también se duplicaron, de 158 a 326, mientras que las autolesiones crecieron 20%, de mil 143 a mil 367 casos.
Por su parte, Elena Azaola, investigadora del CIESAS, califica el suicidio como una “respuesta lógica” ante las condiciones inhumanas de los penales: hacinamiento, encierro prolongado, violencia, precariedad y la ruptura de lazos familiares.
“Es un desastre que a nadie le importa. Hay cárceles en el Estado de México donde están peor que sardinas, unos encima de otros. ¿Cómo esperas que reaccione la gente ante un panorama tan desesperante?”, sentencia.En el Cefereso de Morelos, la situación es aún más crítica.
El 86% de las internas son madres de niños pequeños, enfrentan aislamiento geográfico y pérdida de contacto con sus familias, lo que agrava su vulnerabilidad.
Sofía González, subdirectora de Documenta, señala que las condiciones carcelarias son un “caldo de cultivo” para el deterioro físico y mental, exacerbado por la incertidumbre legal: 40% de los presos en México están en prisión preventiva, muchos sin sentencia tras años de encierro.
La crisis se agrava por la contradicción entre el aumento de la población carcelaria y la reducción de recursos. Entre 2019 y 2025, el número de internos creció 21%.
Sin embargo, el presupuesto para penales federales cayó 23% entre 2020 y 2024, de 24 mil 147 millones a 18 mil 701 millones de pesos, mientras que el de los penales estatales aumentó 85%, de 13 mil 33 a 24 mil 168 millones, según el Inegi.
“No tiene sentido meter más gente en prisión y disminuir el presupuesto”, critica Azaola. La falta de mantenimiento, la sobrepoblación y la ausencia de atención psicológica adecuada perpetúan un ciclo de desesperación.
El Cefereso femenil de Morelos encabeza la lista de penales federales con más suicidios e intentos entre 2013 y 2024. Las historias de las internas reflejan un sistema penitenciario roto, donde la indiferencia institucional y la precariedad empujan a las personas al límite.
La CNDH ha exigido medidas urgentes, pero las cifras hablan por sí solas: el problema no solo persiste, sino que se agrava
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