Exdelegado de Sedesol en Campeche en lupa gringa
- Karla Hernandez
- 20 ago
- 3 Min. de lectura
Acusan en Texas a Mario Ávila
Junto con Ramón Rovirosa, enfrenta cargos por corrupción para manipular auditorías y obtener contratos de la petrolera entre 2019 y 2021
MARCOS H. VALERIO
Mario Alberto Ávila Lizárraga, exdelegado de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en Campeche durante el gobierno de Vicente Fox (2002-2009), y Ramón Alexandro Rovirosa Martínez, ambos residentes en Texas, enfrentan un proceso penal en una corte estadounidense por presuntamente sobornar a funcionarios de Pemex y su subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP).
La acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos detalla que, entre 2019 y 2021, entregaron artículos de lujo, como bolsos Louis Vuitton y relojes Hublot, además de pagos en efectivo, para manipular auditorías, obtener contratos millonarios y otros beneficios ilícitos.
Asimismo, la Fiscalía estadounidense imputa a Ávila y Rovirosa cuatro cargos por conspiración y violación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y la Ley de Prevención de la Extorsión en el Extranjero.
Según documentos judiciales presentados el 6 de agosto, los sobornos se dirigieron a al menos tres funcionarios de Pemex: un gerente senior de auditoría interna de PEP, un coordinador de adquisiciones y otro en servicios de infraestructura terrestre. Estos actos permitieron a empresas ligadas a Rovirosa evitar sanciones en auditorías, manipular licitaciones y asegurar contratos por millones de dólares.
ÁVILA, FIGURA CLAVE EN LA RED DE SOBORNOS
Mario Ávila, originario de Campeche y exmilitante del PAN, fue identificado como el principal operador de los sobornos, negociando y gestionando los pagos junto con un asistente y dos familiares de Rovirosa.
Su trayectoria en Pemex, donde ocupó cargos directivos durante el gobierno de Felipe Calderón, le permitió tejer una red de influencias que, según las autoridades, continuó explotando desde Texas, donde reside desde 2016. Ávila, quien está prófugo, fue inhabilitado por la Secretaría de la Función Pública de México entre 2015 y 2025 por irregularidades durante su gestión en Pemex.
DE SEDESOL A PEMEX: UNA CARRERA MARCADA POR LA CONTROVERSIA
Ávila inició su carrera política en Campeche, trabajando en una concesionaria de automóviles antes de ser reclutado por la familia Mouriño, ligada a franquicias gasolineras y contratos con Pemex.
Bajo el padrinazgo de Juan Camilo Mouriño, Ávila se integró a la campaña de Vicente Fox en 2000, coordinada en el sureste por Carlos Mouriño Atanes. En retribución, fue nombrado delegado de Sedesol en Campeche de junio de 2002 a enero de 2009, cargo desde el cual se le acusó de usar programas sociales para promover su candidatura a la gubernatura de Campeche en 2009 por el PAN.
A pesar del respaldo de los Mouriño y el gobierno de Calderón, Ávila perdió la elección frente al priista Fernando Ortega Bernés.
Meses después, en 2010, fue nombrado subdirector de la Coordinación de Servicios Marinos en PEP, un puesto clave para manejar licitaciones de contratos costa afuera, uno de los más lucrativos de la petrolera. Durante su gestión, se le vinculó con fraudes, incluyendo maniobras con la empresa Oceanografía, lo que derivó en su inhabilitación.
SOBORNOS CON LUJO Y EFECTIVO
La acusación detalla cómo Ávila gestionó sobornos que incluyeron un bolso Louis Vuitton para la esposa de un auditor, relojes Hublot y una caminadora valuada en 26 mil pesos.
En mensajes de WhatsApp, Ávila instruía a un funcionario de PEP para favorecer a empresas de Rovirosa en auditorías y licitaciones. En un intercambio, tras resolver una auditoría, el auditor recibió un bolso de lujo y Ávila le escribió: “De nada, amigo; te lo has ganado”. En otro caso, ofreció un reloj Hublot “como comisión”, acompañado de fotos del artículo.
Los sobornos también facilitaron contratos de mantenimiento de ductos, obras en carreteras y plataformas, y uno de integridad mecánica en 2019. En mensajes, el auditor se comportaba como subordinado de Ávila y Rovirosa, asegurando resoluciones favorables para evitar restricciones en pagos y nuevas contrataciones. La Fiscalía estima que los sobornos, entre efectivo y artículos de lujo, superaron los 150 mil dólares.
ÁVILA PRÓFUGO
Rovirosa, un abogado con décadas de vínculos con contratistas de Pemex, enfrenta cargos y ya fue presentado ante la corte, donde se le fijó una fianza. Ávila, por su parte, permanece prófugo, mientras las autoridades estadounidenses continúan investigando a los funcionarios de Pemex involucrados, cuyos nombres no han sido revelados. El caso expone una red de corrupción que, según la Fiscalía, operó para enriquecer a los acusados en detrimento de un mercado justo, aprovechando las conexiones políticas y empresariales tejidas por Ávila desde su etapa en Sedesol y Pemex
Comentarios