Migrar y seguir siendo pobre
- Karla Hernandez
- 11 ago
- 2 Min. de lectura
Espejismo del sueño americano
Alrededor de 6.6 millones de mexicanos en Estados Unidos viven en pobreza, atrapados en un ciclo de desigualdad pese a su esfuerzo laboral
MARCOS H. VALERIO
De acuerdo con el Anuario de Migración y Remesas 2024 de Conapo y BBVA México, el 16% de las personas de origen mexicano en Estados Unidos, equivalente a 6.6 millones, vive en condiciones de pobreza.
Este grupo incluye 2.19 millones de migrantes de primera generación y cerca de 2 millones de tercera generación, hijos y nietos de mexicanos nacidos en Estados Unidos, quienes no logran escapar de la precariedad.
La pobreza persiste especialmente en regiones como el oeste (39.1%, en estados como California y Nevada), el suroeste (30.2%, en Texas y Arizona) y el sureste (15.8%), donde los mexicanos son esenciales en sectores como agricultura, construcción y servicios, pero enfrentan los salarios más bajos y condiciones laborales adversas.
BRECHA SALARIAL POR ORIGEN Y GÉNERO
El ingreso promedio anual en 2024 refleja profundas desigualdades: las mujeres de primera generación ganan 35 mil 612 dólares, mientras que las de tercera generación alcanzan 46 mil 433 dólares. Los hombres de primera generación perciben 43 mil 810 dólares, y los de tercera generación, 61 mil dólares.
Estas cifras evidencian no solo una brecha de género, sino también una discriminación estructural que persiste incluso en generaciones nacidas en Estados Unidos, donde la segunda generación enfrenta mayor presión económica por la dependencia familiar y empleos mal remunerados.
EL PESO DEL COSTO DE VIDA
Ciudades como Los Ángeles y Houston encarecen la vida, dejando a familias mexicanas sin acceso a lo básico
El aumento del costo de vida en ciudades con alta presencia mexicana, como Los Ángeles, Houston y Chicago, supera con creces el incremento salarial. Esto condena a miles de familias a vivir en el país más rico del mundo sin poder cubrir necesidades básicas, atrapadas en una paradoja de esfuerzo sin recompensa.
REMESAS: SACRIFICIO MÁS QUE ÉXITO
Las remesas reflejan jornadas extenuantes y vidas marcadas por la inseguridad laboral y el sacrificio
Aunque el discurso oficial en México exalta las remesas como un logro, estas ocultan una realidad de jornadas dobles, miedo al desempleo y falta de seguridad social.
Los migrantes mexicanos en Estados Unidos viven contra reloj, sacrificando salud y vida familiar para enviar dólares que sostienen economías, pero no les permiten salir de la pobreza.
Ser mexicano en Estados Unidos sigue siendo sinónimo de riesgo y esfuerzo desproporcionado, desmintiendo el espejismo del sueño americano
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