Pemex es rentable
- Karla Hernandez
- 25 ago
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Presidenta: El problema fue la deuda que le dejaron
Sheinbaum defiende la rentabilidad de la empresa y apuesta por un futuro de fortaleza energética
MARCOS H. VALERIO
La presidenta Claudia Sheinbaum ha salido en defensa de Petróleos Mexicanos (Pemex), afirmando que la empresa no solo es rentable, sino que tiene un potencial energético y de atracción de inversión extranjera que puede posicionarla como pilar de la economía nacional.
Sin embargo, el gran obstáculo que ha enfrentado, según la mandataria, es la pesada deuda heredada de los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Esta carga financiera, resultado de gestiones que priorizaron el desmantelamiento de la paraestatal en favor de intereses privados, llevó a Pemex a un estado de fragilidad que aún hoy limita su capacidad para generar ganancias robustas.
La declaración de Sheinbaum no solo es un diagnóstico, sino un llamado a revalorar el papel estratégico de Pemex en el proyecto de nación.
La narrativa oficial apunta a un cambio de rumbo iniciado en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, quien, según la presidenta, logró reducir la deuda de Pemex y sentar las bases para su recuperación.
Este esfuerzo, aunque significativo, no ha sido suficiente para revertir décadas de saqueo y malas decisiones. Sheinbaum ha trazado una meta clara: continuar disminuyendo la deuda hasta 2030, fortaleciendo la viabilidad financiera de la empresa.
Este compromiso refleja una visión de largo plazo que busca rescatar a Pemex no solo como un símbolo de soberanía, sino como un motor económico capaz de competir en un mercado global cada vez más exigente.
Paralelamente, la presidenta ha anunciado planes ambiciosos para fortalecer los sectores energéticos clave del país, incluyendo a Pemex, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Comisión Nacional de Energía (CNE).
El objetivo es claro: garantizar la autosuficiencia energética, con un enfoque particular en mejorar la distribución de gas en México. Este plan responde a la necesidad de evitar crisis como la vivida en Texas, donde el congelamiento de gas expuso las vulnerabilidades de depender de cadenas de suministro externas.
La apuesta de Sheinbaum es construir una infraestructura energética resiliente, capaz de atender la demanda interna sin interrupciones y de posicionar a México como un actor autónomo en el panorama energético regional.
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