Renace Mexicana de Aviación con visión y justicia
- Karla Hernandez
- 2 jul
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Rescate histórico frente al legado de la corrupción neoliberal
La empresa de aviación fue víctima de un manejo corrupto que la llevó a la quiebra, un capítulo triste que parecía destinado a quedar en el olvido
MARCOS H. VALERIO
La resurrección de Mexicana de Aviación bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador es mucho más que un proyecto empresarial; es un símbolo de la lucha por recuperar lo que la corrupción y el neoliberalismo le arrebataron a México.
Durante décadas, Mexicana fue víctima de un manejo corrupto que la llevó a la quiebra, un capítulo triste que parecía destinado a quedar en el olvido. Sin embargo, la Cuarta Transformación, con su visión de justicia social y soberanía económica, decidió rescatarla, transformándola en una empresa del Estado que hoy despega con un propósito claro: ofrecer vuelos accesibles, confiables y eficientes para los mexicanos.
Pese a las críticas de los sectores neoliberales, que siempre han apostado por la privatización como única vía para el desarrollo, Mexicana de Aviación renace como un ejemplo de que el Estado puede y debe tener un rol activo en sectores estratégicos.
El objetivo no es solo competir en el mercado aeronáutico, sino garantizar que los ciudadanos tengan acceso a un transporte aéreo económico sin sacrificar calidad ni seguridad.
En un país donde las distancias son vastas y las desigualdades profundas, una aerolínea estatal con precios accesibles es un paso hacia la justicia social, conectando regiones y personas que históricamente han sido marginadas por el modelo elitista de las aerolíneas privadas.
Actualmente, Mexicana opera con un número limitado de aviones, pero el plan es ambicioso y sólido. Entre 2025 y 2027, la flota crecerá con la incorporación de 20 aeronaves, adquiridas con un esquema financiero responsable que se pagará de manera gradual, sin comprometer las finanzas públicas. Este crecimiento no es improvisado: está respaldado por un plan de negocios bien estructurado y por avances significativos en la automatización de procesos, que garantizan eficiencia operativa y competitividad en un sector dominado por gigantes privados. Mexicana no busca ser un elefante blanco, sino una empresa estatal moderna, sostenible y al servicio del pueblo.
El rescate de Mexicana es también una lección sobre el papel del Estado en la economía. Como ha señalado el presidente López Obrador, “no se trata de que el Estado tenga todo, pero tampoco coincidimos con la idea de que el Estado no tenga nada”.
La iniciativa privada es indispensable, pero no puede ser la única respuesta a las necesidades de un país. Durante los gobiernos neoliberales, la privatización de empresas públicas como Mexicana dejó un rastro de enriquecimiento ilícito para unos pocos y desamparo para la mayoría.
Aerolíneas fueron entregadas a manos privadas que priorizaron las ganancias sobre el bienestar de los mexicanos, dejando a comunidades enteras sin acceso a un transporte aéreo digno. La nueva Mexicana de Aviación rompe con ese modelo, demostrando que el Estado puede ser un actor eficiente y responsable cuando se pone al servicio del pueblo
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