¡Traiciona Hugo a 4T!

Chapulines prianistas Invaden la SCJN

Con sus maletas llenas de influencias y recomendaciones, están tomando posiciones clave en esta institución que debería ser el bastión de la imparcialidad

MARCOS H. VALERIO

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está en el ojo del huracán. Lo que parecía un nuevo amanecer para la justicia mexicana bajo el liderazgo de Hugo Aguilar Ortiz se ha convertido en un desfile de oportunismo político que huele a traición.

Es decir, los chapulines han llegado a la Corte, y no son pocos ni discretos. Los prianistas, con sus maletas llenas de influencias y recomendaciones, están tomando posiciones clave en esta institución que debería ser el bastión de la imparcialidad.

Un ejemplo, Alejandra Loya Guerrero, abogada que, como secretaria de tribunal, organizaba marchas contra la reforma judicial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La misma que gritaba en las calles, junto a otros, para “defender” a los jueces y bloquear el cambio.

Pero, ¡oh sorpresa!, esta misma Loya, tras perder su candidatura a jueza de distrito, dio un salto mortal: De estar en la ponencia de Margarita Ríos Farjat, pasó a colarse en reuniones de transición a espaldas de la ministra, y ahora, es nada menos que la coordinadora de asesores de Hugo Aguilar Ortiz, el nuevo presidente de la Corte.

¿QUIÉN ES ESTA ALEJANDRA LOYA?

Una figura que, según las evidencias, no solo se opuso ferozmente a la elección popular de jueces, sino que llegó a declarar que el pueblo, no tiene la capacidad de juzgar violaciones a derechos humanos.

Solo los jueces, esos seres “omniscientes” y “todopoderosos”, pueden hacerlo, según ella. Y no es todo: Loya también fue señalada por difundir mentiras sobre una supuesta amenaza a la propiedad privada en la Ciudad de México, una narrativa que alimentó el pánico conservador. Todo esto, mientras borraba cuidadosamente sus publicaciones en redes sociales, aunque el internet, como siempre, no olvida.

Pero Loya no está sola. Los rumores corren: Nombres como José Antonio Meade, Alfredo del Mazo y hasta Enrique Peña Nieto resuenan en los pasillos de la Corte, con recomendaciones de Norma Piña y Margarita Ríos Farjat.

Los prianistas, lejos de replegarse, celebran estas designaciones como si hubieran ganado la lotería. Y mientras tanto, Hugo Aguilar Ortiz, quien debería ser el guardián de la nueva Corte, parece abrir la puerta a estos chapulines con una sonrisa.

Si esto es una novatada, que alguien despierte al presidente de la Corte. Porque si este es el rumbo de la SCJN. Es decir, aquí, en cambio, vemos oportunismo puro: personajes que ayer marchaban contra la reforma hoy ocupan los puestos más codiciados, traicionando no solo sus propios discursos, sino la esperanza de una justicia renovada.