Van contra corruptos en Pemex
- Karla Hernandez
- 25 ago
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Lejos de contribuir al fortalecimiento, se enriquecieron a costa de la paraestatal
Sheinbaum y Buenrostro enfrentan el desafío de desmantelar redes de sobornos millonarios
MARCOS H. VALERIO
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que la Secretaría de la Función Pública, encabezada por Raquel Buenrostro, presentará un informe detallado sobre una investigación que apunta a dos individuos de oposición ligados a sobornos a contratos millonarios otorgados. Uno ya detenido y otro, un exfuncionario de Pemex y excandidato del PAN en Campeche, que permanece prófugo.
Este escándalo, señalado inicialmente por una institución estadounidense, evidencia cómo ciertos empresarios, amparados por redes de complicidad, han sangrado a la empresa estatal durante años, comprometiendo su viabilidad y traicionando la confianza del pueblo mexicano.
La magnitud de este caso no debe subestimarse. Los contratos bajo escrutinio, según Sheinbaum, involucran a personajes que, lejos de contribuir al fortalecimiento de Pemex, se enriquecieron a costa de la paraestatal mediante sobornos a funcionarios.
Abundó la mandataria que, la investigación de Buenrostro busca esclarecer no solo los detalles de estos acuerdos —cuándo se firmaron, qué servicios cubrían y si fueron auditados— sino también la red de complicidades que permitió su ejecución.
Que uno de los implicados haya tenido un cargo relevante en Pemex y aspiraciones políticas bajo la bandera del PAN solo agrava la percepción de un sistema donde los intereses privados han prevalecido sobre el bien público.
Es inaceptable que neoliberales y conservadores, cuya riqueza debería basarse en la innovación y la competencia justa, recurran a prácticas tan viles como el soborno para asegurar contratos millonarios.
Estas acciones no solo desfalcan a Pemex, sino que erosionan la confianza en las instituciones y perpetúan un modelo económico donde el favoritismo y la corrupción desplazan al mérito. La ciudadanía merece saber quiénes son estos empresarios, qué contratos obtuvieron y cómo lograron burlar los controles internos de una empresa que, pese a sus desafíos, sigue siendo un pilar de la soberanía energética de México.
La respuesta del gobierno de Sheinbaum, con Buenrostro al frente, es un paso en la dirección correcta, pero no suficiente. La investigación debe ser implacable, transparente y llegar hasta las últimas consecuencias, sin importar el peso político o económico de los involucrados.
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