top of page

Viviendo la experiencia de la vida

Conoce nuestros canales

concentraarte.com.mx

logo-CA-2024-2030.png

Violencia silenciada por la falta de datos

  • Foto del escritor: Karla Hernandez
    Karla Hernandez
  • 25 ago
  • 4 Min. de lectura

Estigma dificultan su atención y prevención



En lo que va del año, se atendieron 8 mil 775 casos de menores



MARCOS H. VALERIO



En México, la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes es una herida abierta que permanece en las sombras, opacada por la falta de datos precisos y el peso de los estigmas sociales.


La dificultad para cuantificar este flagelo no solo impide dimensionar su gravedad, sino que también obstaculiza la creación de políticas públicas efectivas para combatirlo. Las infancias, atrapadas en un sistema que a menudo las silencia, enfrentan secuelas que marcan su vida en todos los ámbitos: Físico, emocional y social.


Cifras preliminares de la Secretaría de Salud para 2024 revelan una realidad alarmante: en lo que va del año, se atendieron 8 mil 775 casos de menores por lesiones derivadas de violencia sexual. De estos, 610 fueron bebés y niños de 0 a 5 años; mil 217 de 6 a 11 años; y 6 mil 948 adolescentes de 12 a 17 años.


La distribución por género es contundente: el 92.71 por ciento (8 mil 136) fueron mujeres, el 7.06 por ciento (620) hombres, y en 19 casos (0.21 por ciento) no se especificó el género. Sin embargo, estos números son solo la punta del iceberg, ya que los datos definitivos no estarán disponibles hasta 2025, y muchos casos nunca se reportan.


La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, elaborada por el INEGI, arroja más luz sobre esta crisis: 12.4 millones de mujeres mayores de 15 años declararon haber sufrido algún tipo de violencia sexual durante su infancia.


Esta cifra, aunque impactante, no refleja la totalidad del problema, pues los hombres, condicionados por construcciones de masculinidad, tienden a ocultar estas experiencias. “No es que no lo vivan, sino que no lo manifiestan”, señala la abogada Cruz Martínez, especialista en el tema.


Las secuelas de la violencia sexual en las infancias son devastadoras. Martínez explica que los menores pueden presentar síntomas como dolores abdominales sin causa física, regresiones en el control de esfínteres, trastornos alimenticios, terrores nocturnos o rechazo a lugares previamente seguros, como la escuela o el hogar de familiares.


Estos indicadores, sin embargo, no siempre son detectados a tiempo, en parte porque los adultos responsables y los profesionales carecen de herramientas adecuadas para identificarlos.


El silencio que rodea estos casos tiene raíces profundas. “Históricamente, se ha construido la idea de que la violencia contra las infancias debe mantenerse en secreto”, afirma Martínez.


En muchos casos, el agresor es alguien cercano: un tío, hermano, abuelo o incluso un padre. Esto lleva a que las familias oculten tanto a la víctima como al hecho, perpetuando el ciclo de impunidad. Muchas mujeres, añade, no denuncian hasta la adultez avanzada, entre los 60 y 80 años, y otras nunca lo hacen, atrapadas por el miedo, el machismo y la falta de apoyo.


IMPACTO QUE TRASCIENDE EL TIEMPO


Rosalba Cruz, otra especialista en la materia, subraya que la violencia sexual afecta todos los aspectos de la vida de las víctimas. Las secuelas dependen de factores como la identidad del agresor, la frecuencia de los abusos y la respuesta del entorno.


“Cuando las infancias expresan lo que vivieron, a menudo se cuestiona su veracidad o se les reprocha no haber hablado antes”, explica Cruz. Este rechazo agrava el daño, generando modificaciones corporales, cognitivas y hormonales que impactan la salud a largo plazo.


Estudios citados por Cruz sugieren que las víctimas pueden desarrollar afectaciones neurológicas que se manifiestan al iniciar relaciones afectivas o sexuales, reviviendo emociones traumáticas.


Durante la adolescencia, el enojo y el dolor pueden traducirse en conductas de riesgo: consumo de alcohol o drogas, sexo sin protección, trastornos alimenticios, autolesiones o pensamientos suicidas. Incluso en la adultez, algunas mujeres proyectan temores relacionados con el abuso al convertirse en madres, perpetuando un ciclo de sufrimiento.


LLAMADO URGENTE A LA ACCIÓN


Ante este panorama, las especialistas coinciden en la necesidad de actuar con urgencia y sensibilidad. Cruz Martínez enfatiza que lo primero es creer a las víctimas, protegerlas de entornos riesgosos y garantizarles atención psicológica y médica.


“No cuestionarlas marca la diferencia en su recuperación”, asegura. Por su parte, Rosalba Cruz aboga por abordar la violencia sexual como un problema de salud pública, lo que requiere políticas integrales de prevención, detección y atención especializada en los tres niveles de gobierno.


La educación sexual integral es otra herramienta clave. Desde enseñar a los niños y niñas las partes de su cuerpo con naturalidad hasta fomentar su autonomía y el respeto por su privacidad, estas acciones sientan las bases para prevenir la violencia. “Es crucial hablarles de la violencia sexual de acuerdo con su edad, siempre reafirmando que serán creídos y protegidos”, destaca Cruz Martínez.


En un país donde el silencio y la impunidad han normalizado el sufrimiento de las infancias, el cambio exige un compromiso colectivo. Las familias, las comunidades y las instituciones deben asumir su responsabilidad para prevenir, detectar y atender esta crisis. Solo así se podrá romper el velo que oculta la violencia sexual y garantizar un futuro más seguro para las niñas, niños y adolescentes de México.



CIFRAS ALARMANTES

• “12.4 millones de mujeres de 15 años y más declararon haber sufrido alguna agresión de este tipo durante su infancia.”

• INEGI, Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, 2021

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Récord histórico en recaudación

4T impulsa finanzas públicas en México Sheinbaum destaca un aumento del 9.1% en ingresos reales de 2025 y proyecta 496 mil millones de...

 
 
 

Comentarios


bottom of page