Mujeres sin límites, responde Claudia a “El Chicharito”
- Karla Hernandez
- 23 jul
- 2 Min. de lectura
Es un gran futbolista, “tiene mucho que aprender”, enfatiza
Reafirma la igualdad de derechos y el rol multifacético de féminas en México
MARCOS H. VALERIO
En un país donde las mujeres han luchado incansablemente por romper barreras y conquistar espacios, las recientes declaraciones de figuras públicas como Javier “Chicharito” Hernández y Rafael Inclán han encendido un necesario debate sobre el machismo que aún persiste en nuestra sociedad.
La presidenta Claudia Sheinbaum, con la claridad y firmeza que la caracterizan, no dudó en responder a estos comentarios, enviando un mensaje contundente: las mujeres pueden ser lo que quieran ser, y reducirlas a estereotipos como el de “estar en la casa” es no solo una idea machista, sino un retroceso inaceptable.
Las palabras de “Chicharito”, un ícono del fútbol mexicano, reflejan una mentalidad que, aunque tal vez no intencional, perpetúa prejuicios profundamente arraigados. Al sugerir que el rol de las mujeres está limitado a la esfera doméstica, Hernández evidenció una desconexión con los avances que México ha logrado en materia de igualdad de género.
La presidenta Sheinbaum, sin caer en la confrontación estéril, fue precisa al señalar que, si bien el deportista es un gran futbolista, “tiene mucho que aprender” sobre el papel de las mujeres.
Su respuesta no busca polemizar, sino educar, invitando a figuras públicas y a la sociedad en general a reconocer a las mujeres como personas plenas, con derechos, aspiraciones y capacidades ilimitadas.El caso de Rafael Inclán, quien se refirió a Sheinbaum como “un ama de casa” que llegó a la presidencia, es igualmente revelador.
La mandataria no solo desmontó este comentario con elegancia, sino que lo transformó en una poderosa afirmación de su identidad multifacética: “Soy mamá, soy abuela, ama de casa, pero también soy Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas”.
Con estas palabras, Sheinbaum no solo reivindica su propio recorrido, sino el de millones de mujeres mexicanas que combinan roles diversos sin que ninguno de ellos las defina o las limite. Su mensaje es claro: ser ama de casa no es un demérito, pero pretender que ese es el único espacio de una mujer es una visión miope y machista.
La igualdad de derechos, como destacó la presidenta, no niega las características propias de cada persona, sino que garantiza que todas las mujeres tengan acceso a las mismas oportunidades que los hombres.
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