México firme: No a la subordinación
- Karla Hernandez
- 14 jul
- 2 Min. de lectura
Sheinbaum defiende la soberanía nacional ante amenazas arancelarias de Trump
No solo es una defensa de la soberanía, sino también un recordatorio de la unidad entre el gobierno y el pueblo
MARCOS H. VALERIO
En un contexto de crecientes tensiones comerciales, la presidenta Claudia Sheinbaum ha reiterado con firmeza que México no cederá ante presiones que comprometan los intereses del pueblo mexicano.
Frente a la amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de imponer un arancel del 30 por ciento a las exportaciones mexicanas, la mandataria ha dejado claro que la soberanía y el bienestar de la nación no son negociables.
Desde Ensenada, en un acto público que resonó con un mensaje de unidad, Sheinbaum subrayó que las negociaciones con Estados Unidos se conducirán desde la igualdad y el respeto mutuo.
“México es un país libre, independiente y soberano. Negociamos como iguales, nos coordinamos, colaboramos, pero nunca nos subordinamos”, afirmó con contundencia.
Sus palabras no solo reflejan una postura de dignidad nacional, sino que también buscan tranquilizar a la ciudadanía en medio de un escenario económico incierto.
La creación de una mesa de trabajo permanente en Washington, integrada por funcionarios de alto nivel de las secretarías de Economía, Relaciones Exteriores, Hacienda y Energía, demuestra un enfoque proactivo para buscar una solución diplomática.
La presidenta, respaldada por su experiencia en negociaciones internacionales, expresó confianza en alcanzar un acuerdo que beneficie a ambas partes sin sacrificar los principios de México.
“Ya nos ha tocado varios meses de estas situaciones y pienso que vamos a llegar a un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos”, señaló.
El mensaje de Sheinbaum no solo es una defensa de la soberanía, sino también un recordatorio de la unidad entre el gobierno y el pueblo.
“No hay divorcio entre gobierno y pueblo. Nosotros no mentimos, no robamos y nunca vamos a traicionar ni al pueblo de Baja California ni al pueblo de México”, afirmó, reforzando el compromiso de su administración con la transparencia y la lealtad a la nación.
En un mundo donde las relaciones internacionales se tensan por intereses económicos y políticos, la postura de México bajo el liderazgo de Sheinbaum es un ejemplo de firmeza y claridad.
La presidenta ha trazado una línea clara: México está dispuesto a dialogar, pero no a subordinarse. En este delicado equilibrio, la unidad nacional será clave para enfrentar los retos que vienen
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